#ceramicamediterraneo es el espacio creativo de Simone Pastafari. Una casa taller donde puedo realizar diferentes creaciones mezclando tierra, agua y fuego.

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He descubierto la cerámica hace 20 años cuando llegue a Altea para un proyecto de voluntariado europeo. Ahora después de muchos mandalas y mosaicos exploro otros campos de la cerámica. El mediterráneo es el horizonte.

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Fugu

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La historia de Fugu es de esas que saben a leyenda. Algunos dirían que es de película. Todo empieza en los mares de Japón hace no se sabe cuánto tiempo.

Fugu era un pez globo como los demás de su familia y entre los altibajos de la vida marina había conseguido llegar a lo que los humanos llamamos adolescencia.

Fue en esa época que cambió por completo su vida de pez globo. Justo cuando se dio cuenta que en algunas partes de su cuerpo cargaba una gran cantidad de veneno. Tal y como pasaba a los demás peces de su especie.

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Sin embargo Fugu no conseguía dormir en las oscuras noches del Océano y durante el día no paraba de pensar en lo venenoso que era su cuerpo.

Había intentado comunicar con los otros peces su inconformidad pero nadie parecía entender lo que le pasaba a Fugu. Fue así que poco a poco empezó a alejarse de su lugar de origen y a vagar por los mares. Quiera buscar una solución.

Quiera sacar el veneno de su cuerpo y estaba dispuesto a todo para conseguirlo

Pasaron años muy duros para Fugu que seguía buscando algún Ser que le pudiera ayudar en su propósito.

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Había viajado millas y millas cuando el verano pasado se acercó a las costas de la bahía de Altea. Había luna llena esa noche y coleando entre la Posidonia empezó a escuchar unas voces que llamaron su atención. Como en un sueño revelador aparecieron las respuestas a sus preguntas. Eran los ecos de las gárgolas de Altea que le hicieron entender la solución definitiva a su tan largo proceso. Las gárgolas que animaban las calles del casco antiguo de Altea prometieron ayudarle a sacar el veneno de su cuerpo definitivamente.

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Y así fue que Fugu sin dudar un instante salió del mar. Eliminar el veneno de su cuerpo era el gran objetivo de su vida. Finalmente lo podía conseguir.

Transformarse en una gárgola, esa fue la solución definitiva. Cambiar el mar por el casco antiguo. Ahora Fugu está feliz de haber cambiado veneno por verano.